30 dic 2008

Fragmento de "El Mortal Inmortal"

Los celos, con todo su veneno y toda su miseria, penetraron en mi pecho. Derramé un torrente de lágrimas, pensando que nunca podría proclamarla mía; y luego maldecí un millar de veces su inconstancia. Pero mientras tanto, seguí avivando los fuegos del alquimista, seguí vigilando los cambios de sus incomprensibles medicinas.

Cornelius había estado vigilando los progresos de sus alambiques también durante tres días y tres noches, sin cerrar los ojos.

—Aún no están a punto —murmuraba—. Winzy, tú sabes estar atento, eres constante... Observa esa redoma de cristal. El líquido que contiene es de un color rosa suave; en el momento en que empiece a cambiar de aspecto, despiértame... Hasta entonces podré cerrar un momento los ojos.

Apenas oí las últimas palabras, murmuradas casi en medio del sueño. Sin embargo, dijo aún:

—Y Winzy, muchacho, no toques la redoma... No te la lleves a los labios; es un filtro..., un filtro para curar el amor. No querrás dejar de amar a tu Bertha... ¡Cuidado, no bebas!

Y se durmió. Su venerable cabeza se hundió en su pecho, y yo apenas oí su regular respiración. Durante unos minutos observé las redomas...; la apariencia rosada del líquido permanecía inamovible.

Luego mis pensamientos empezaron a divagar... Visitaron la fuente, y se recrearon en un millar de agradables escenas que ya nunca volverían... ¡Nunca! Serpientes y víboras anidaron en mi cabeza mientras la palabra «¡Nunca!» se semiformaba en mis labios. ¡Mujer falsa! ¡Falsa y cruel! Nunca me sonreiría a mí como aquella tarde le había sonreído a ese tal Albert. ¡Mujer despreciable y ruin! No me quedaría sin vengarme... Haría que viera a Albert expirar a sus pies; ella no era digna de morir a mis manos. Había sonreído desdeñosa y triunfante... Conocía mi miseria y su poder. Pero ¿qué poder tenía?... El poder de excitar mi odio, todo mi desprecio, mi... ¡Todo menos mi indiferencia! Si pudiera lograr eso..., si pudiera mirarla con ojos indiferentes, transferir mi rechazado amor a otro más real y merecido... ¡Eso sería una auténtica victoria!

Un resplandor llameó ante mis ojos. Había olvidado la medicina del adepto. La contemplé maravillado [...]. La redoma parecía un globo de viviente radiación, precioso a los ojos, invitando a ser probado. El primer pensamiento, inspirado instintivamente por mis más bajos sentidos, fue: «lo haré..., debo beber».

Alcé la redoma hacia mis labios. «Eso me curará del amor..., ¡de la tortura!» Llevaba bebida ya la mitad del más delicioso licor que jamás hubiera probado paladar de hombre alguno, cuando el filósofo se agitó. Me sobresalté y dejé caer la redoma... El fluido se extendió llameando por el suelo, mientras sentía que Cornelius aferraba mi garganta y chillaba:

—¡Infeliz! ¡Has destruido la labor de mi vida!

Cornelius no se había dado cuenta de que yo había bebido una parte de su droga. Tenía la impresión, y yo me apresuré a confirmarla, de que yo había alzado la redoma por curiosidad y que, asustado por su brillo y el llamear de su intensa luz, la había dejado caer. Nunca le dejé entrever lo contrario. El fuego de la medicina se apagó, la fragancia murió... y él se calmó, como debe hacer un filósofo ante las más duras pruebas, y me envió a descansar.

No intentaré describir los sueños de gloria y felicidad que bañaron mi alma en el paraíso durante las restantes horas de aquella memorable noche. Las palabras serían pálidas y triviales para describir mi alegría, o la exaltación que me poseía cuando me desperté.

Mary W. Shelley.

27 dic 2008

XXIV de diciembre


Durante la semana pasada anduve pensando a quién regalar algo por estas fechas navideñas. No sé si mi decisión fue la mejor (ahora dudo), pero al final decidí darle un regalo a Musa. Para esta elección, tuve que aceptar anticipadamente que nada recibiría de ella (nada físico y palpable), o al menos eso creía.

Luego de crear una lista mental sobre qué regalarle, decidí por realizar algo por mí (como casi siempre había hecho). Quería darle algo único y diferente, que ningún pariente o amigo(a) le pueda regalar. Decidí elaborar un CD que recopilara cosas pasadas: fotos, textos, música y algún otro detalle que en algún momento yo hice (o hicimos).

Terminada la empresa (no pensaba que sería tan complicada) el mismo 24 de diciembre a las tres de la madrugada, me sentía algo contento conmigo mismo: el resultado era agradable. Descansé lo poco que pude y luego tuve que informarle a Musa sobre lo que había preparado para ella. No me quedaba opción, quería dárselo personalmente y a tiempo (no como en su cumpleaños).

Esa decisión no lo pensé muy bien y luego me arrepentí: no quería verla a solas (o era que los nervios me mataban). Para prevenir cualquier acción estúpida, tracé un plan en mi cabeza: tenía que ir a su casa, tocar su puerta, esperar que salga, verla, abrazarla por navidad, darle su regalo y "huir" de su hogar que me creaba muchas reminiscencias.

A las cinco de la tarde, decidido y más seguro, recorrí la misma ruta que me conducía a su casa una vez más. Llegué, toqué, salió Musa y me regaló una sonrisa que casi me congeló. Tuve que mantenerme firme y de inmediato (y con mucha torpeza) la abracé. Durante ese único segundo en que la tuve entre mis brazos, varias emociones comenzaron a surgir, precipitándose mi pulso y desapareciendo mi tranquilidad. Ella se sintió incómoda (creo) y por ello preferí no seguir con escena.

Seguíamos parados y en la puerta de su casa. Le deseé un "feliz navidad" falso y le entregué el regalo muy decido y (desafortunadamente) algo ansioso. Le expliqué que no era un CD de música (como antes), que lo debía revisar en su computadora y que el DVD, que adjuntaba con mi regalo, era de un anime que me había gustado (Saikano). Ella lo agradeció mucho. Otra vez, su sonrisa (ahora más cálida) me impactó. "Vaya tonto enamorado", pienso ahora.

De acuerdo al plan, tocaba retirarme, pero no pude. Sus ojos me habían capturado y parecía sumiso ante su presencia. Al parecer, ella era mi debilidad. Estaba nervioso, temía quedar mal como lo fue en su cumpleaños (cuando no hablé nada con ella a solas). Pero, sin explicarme aún por qué, ambos comenzamos una larga conversación bastante amena y refrescante.

Conforme los minutos pasaban, más me tranquilizaba, más cómodo me sentía y más... más... más la quería. Era increible cómo hablábamos, igual que antes, como cuando "éramos". Me sentía como antes y, por momentos, tanta pasividad y elocuencia de mi parte me asustaba. Solo faltaban las caricias, los abrazos y los besos que, obviamente, nunca llegaron (y nunca volverán a llegar).

Ella me miraba casi siempre a los ojos y eso me perturbaba, no podía verla directamente, mi cuerpo se estremecía y casi siempre mi vista terminaba desviada. Sin darme cuenta, hacía referencias al pasado que ambos claramente evitábamos. Y así hablamos, duranto tanto tiempo que comenzaba acostumbrarme. Me encantaba estar hablando con ella, lo disfrutaba, cada minuto, cada gesto, cada sonrisa, cada chiste tonto, cada risa y carcajada, todo era grabado fuertemente en mis recuerdos, para nunca olvidarme de este momento que tal vez no vuelva a ocurrir.

De pronto, volvimos a la realidad. Ella preguntó por la hora, le dije que eran las seis de la tarde, se metió a su casa y volvió comentando que saldría con su mamá. Yo debía volver antes (tenía cosas que hacer), pero no me interesaba ahora lo que pasara. Deseaba pasar más rato con ella. Seguir hablando como antes, hablar, hablar y solo hablar. Si deseaba algo más, mi razón y los recuerdos me obligaban a dejarme de tonterías.

Al final, bajamos los tres y mi elocuencia seguía intacta (cosa que no pasaba normalmente). Me gustaba estar entre las dos, entre mi inspiración y su madre, que tanto cariño (posiblemente) me guarda. En un punto del camino nos despedimos. El beso que le dejé en la mejilla rosada de Musa trataba de transmitir mis agradecimientos y cariño.

Llegué a mi casa solo, pero satisfecho, con una enorme y evidente sonrisa en el rostro y con muchas ganas de escribir, y no va a ser: había contemplado a Musa por tanto tiempo que no verla era lo de menos ahora. Mis ojos dibujan constantemente su rostro, sus facciones, sus gestos, su cuerpo, sus brazos y todo su ser. Había recibido el mejor regalo de navidad: su sonrisa.

26 dic 2008

Disque Navidad


Navidad. Época esperada por todos (o al menos por algunos, especialmente niños). Yo también lo esperaba, no por su sátira, sino porque es una muy buena excusa para regalar algo sin medidas, sin esperar nada a cambio, o al menos así yo lo veo. Para otros, es un día más, como cualquier día, ya sea porque viven solos o porque no les importe por más rodeados y expuestos que estén a este espíritu. Y así, cada persona pasa su propia Navidad durante esas horas de madrugada, con el aún viviente calor por las noches y sirviendo, imitando torpemente a países del norte, chocolatada y panetón.

La cena es todo una ceremonia, prepararla es de lo más agotador. Todo es una máscara, como un momento para ser buenos y de allí, pasado el chiste, todo sigue igual, la misma rutina. Como una vez oí: "tú no has visto nada". Todo es una pomposa copia de los rituales extranjeros. Los regalos, y la farsa de Papa Noel, y... Pero ya basta, no vale la pena seguir escribiendo sobre algo que no me anima.

Particularmente, no pasé una espectacular velada. Más bien, parecía una cena familiar con algunos familiares más. El "verdadero" (y católico) espíritu en mí es ya lejano y extraño. Y ni comentar sobre los regalos. Un par de zapatillas y medias (de igual modo, no pedí nada). Pero lo trascedental para mí no sucedió en Noche Buena, sino más bien por la tarde. Eso ya lo escribiré luego.

Cené en la casa vecina, donde viven algunos familiares. Comí carnero (algo para variar) y se brindó por esta fecha. Nos fuimos temprano (a eso de las dos de la mañana), sin bailar afortunadamente, y un poco cansado por la amanecida que tuve el día anterior debido a razones que luego explicaré.

Al llegar a casa, mi computadora seguía prendida. En el MSN, estaba conectado un nuevo amigo por Internet con el que me hablaba de cosas muy interesantes. Me contó que estaba solo (lo cual me dio cierta pena) y luego comenzamos a discutir sobre libros que habíamos leído y textos que debería leer (los imperdibles). A las tres de la mañana, ya cansado físicamente, me despedí de mi interesante compañero y me acosté, con una sonrisa dibujada en mi rostro. Había sido una tranquila noche, pero una tarde sumamente hermosa. Eso escribiré más adelante.

16 dic 2008

Inevitable acercamiento

Un jueves de diciembre, luego de ver una obra de teatro con un amigo, caminamos con destino a nuestros hogares. También había ido Claudia (Musa) y varias amigas mías. Logré visualizar a Musa a una cuadra de nosotros. Estaba con una amiga, caminando también a sus casas.

La amiga de Claudia tuvo una relación con mi amigo acompañante hace varios meses. Y algo así me había sucedido con Musa. Coincidencias: delante de nosotros, estaban nuestras últimas enamoradas. Evité comentar aquello que pasaba por mi mente. Parecía que las seguíamos. Ellas voltearon un par de veces, se dieron cuenta de nuestra presencia. ¿Habrán pensado como yo lo estaba haciendo?

De pronto, ellas cruzaron la pista y tomaron la otra vereda. Miré a mi acompañante.

-¿Las seguimos?- le dije con una sonrisa, sin saber por qué le proponía aquello.
-No, pensarán que las acosamos.
-Vamos.

Crucé también la pista y llamé a mi amigo que aún no decidía seguirme. Finalmente, volvimos a estar ambos detrás de ellas. Las chicas voltearon pero sin mostrar ningún interés o gesto. Se dirigían a la casa de una amiga mía, Laura.

-Cualquier cosa, nosotros vamos a visitar a Laura.
-Sí, claro.
-Supongo que ya habrá llegado, se fue rápido luego de la obra.

Nos acercamos a ellas, quienes estaban paradas y frente a la casa de mi estimada amiga. Comencé a ponerme nervioso e inquieto. Luego de varios meses de evitar contacto con Musa, la tenía ahora muy cerca. Saludé a ambas con frenéticos besos en la mejilla. Evitaba pensar cualquier cosa.

-Hola Claudia.
-Hola. ¿Saben si ya llegó Laura?
-Creo que sí.

Tocamos. Salió su madre y nos dijo que aún no llegaba su hija. La llamé por celular y ella me dijo que ya venía. Claudia con su amiga se dirigieron a la otra vereda a esperarla. Se notaba que no querían hacernos compañía.

-Habla como una niña - Le dije a mi amigo. Era verdad, no solía ser así cuando yo estaba sola con ella, lo cual no sucedía hace ya mucho. Con sus amigas, ella era otra.
-Por algo los opuestos se atraen.

Me quedé callado. Aún me inspiraba ternura, cariño, pero esa actitud rosa me perturbaba. Parecía que me gustaba una niña de diez años. Encima, me había ruborizado al tenerla a cierta distancia de mí, estaba seguro que ella lo notó.

Finalmente, las amigas se encontraron con Laura. Nosotros las veíamos de lejos. Se saludaron y hablaron. Luego, Claudia y su amiga, siguieron su camino. Laura nos vio en la puerta de su casa. Se acercó a nosotros y la saludamos. Mi cabeza pensaba aún en Claudia, quien ya no estaba a la vista.

Conversamos con Laura. Ella es linda y compartimos varios gustos. No pude evitar sentirme bien a su lado, verla a los ojos, abrazarla como su amigo, y pensar en lo grandioso que sería estar con ella. Tanto cariño podía ponerme en evidencia, pero fácilmente todo eso podía ser confundido como una inocente amistad.

Nos despedimos (yo deseando ver aún a Claudia) y la recordé cuando retomamos nuestro camino. Esta vez, aquellas chicas, con quienes alguna vez mi amigo y yo compartimos momentos inolvidables, no estaban delante nuestro. Ya se habían alejado demasiado.

Me hubiese gustado seguirla. ¿Para qué? Ni idea.

13 dic 2008

Reclamando un beso

Caminaba a su lado muy impaciente. Su figura despertaba en mí los más oscuros deseos. Pensaba en venganza.

Años atrás, cuando por primera vez nos conocimos, ella me robó más de un beso. Yo accedí sin oposición, pensaba que salía ganando. Luego me di cuenta que era solo su consuelo, semanas antes ella había terminado con su chico.

-¿Podemos sentarnos?
-Claro.

Descansamos nuestros pies tomando la acera como asiento improvisado. Mi mente procesaba varios modos de buscar venganza. Tenía que ser sutil, que no se percate mis verdaderas intenciones.

-¿Recuerdas cómo nos conocimos?

Había comenzado mi plan. Ella se notó muy incomoda con la pregunta, creo que entendía hasta donde quería llegar.

-¿Por qué lo preguntas?
-Aún lo recuerdo... No te imaginas...

Increíblemente, ella se recostó sobre mi hombro y, mirando el suelo, me pidió perdón. No tuvo que decir más. Le dije que no se preocupara, ambos sabíamos de lo que hablábamos. Ahora era el momento, el beso. Pero... ¿era capaz?

-Gracias amigo, antes era solo una niña sin control...

Y ahora yo me sentía así. Un niño que reclamaba besos robados años atrás. Entraba en un conflicto interno difícil de controlar. ¿Debía o no?

-¿Nos vamos?

No, aún no. Espera, gira tu cabeza. Así es. Te tengo frente a mí. Muy cerca, siento tu respiración. ¿Por qué me miras así? ¿Piensas lo mismo que yo? Vamos, acércate más. No, no te alejes...

-Vámonos.

Listo, otra vez un tonto. Ella ya estaba de pie. Resignado, volví a caminar a su lado. ¿Había hecho bien? No logré reclamarle mi beso. Maldición.

9 dic 2008

Bloqueo visual

Era estreno de una obra (la fecha era una semana luego de mi cumpleaños). Supuse que Musa, acérrima seguidora de las obras, iba a estar presente. Por ello, fui al lugar alistando mis emociones y habiendo antepuesto mi indiferencia ante cualquier contacto con ella.

Ella llegó tarde, como siempre, comenzando la obra. Menos mal que estaba lejos de su asiento. Podía ver más tranquilo la obra. La prolongada función distrajo muy bien mi cabeza.

Acabada la obra, como era tradición, me fui a saludar a cada persona que actuó. Dentro del camerino: un alboroto total. Apenas saludé a todos, salí de allí y conversé con una amiga que no veía hace meses. Luego de unos segundos, Musa entraba con su hermana. Respiré aliviado. No me había cruzado con ella.

Después de unos largos minutos, una amiga, que despertaba en mí lascivia contenida, me animó para irnos. Más calmado, la acompañé a la salida, despidiéndonos de casi nadie. Para mi mala fortuna, justo Musa, con su amiga, querían irse también. Tuve que apresurar a mi acompañante. Fue en vano.

Su amiga me saludó. Con un efímero movimiento de brazos, saludé y me despedí. Musa, notando que obviamente mi saludo no era para ella, me miró. Nos cruzamos miradas cortas pero que me desconcertaron. Con más énfasis, le pedí a mi amiga para salir del lugar. Así fue. Sin mirar atrás, ambos casi escapamos. Pasado unos minutos, volteé y ya no había nadie atrás. No nos siguen, eso es bueno. Musa, creo que por fin estás fuera de mi mente.

No sabía lo equivocado que estaba.

3 dic 2008

Regalo agobiante


Después de diez días de su cumpleaños, conseguí visitarla para entregarle aquel regalo. Me aventuré entre las calles de mi barrio para llegar a su casa, siguiendo el mismo camino que varias veces había recorrido con intenciones pasionales. Al llegar, Musa se asomó desde su segundo piso. Ese primer contacto visual desde su balcón alertó mis sentidos, debía estar tranquilo y hasta casi indiferente.

Mientras esperaba que bajase, ciertos recuerdos incrementaron mi ansiedad y nerviosismo. Por fin, ella salió. Se veía... normal. Esta idea me asustó. Esperaba quedar impresionado, tímido, o hasta hinoptizado por su "supuesta" belleza. Pero no hubo gran sorpresa.

Aún así, su sola presenciaba me intimidaba. En cuestión de segundos, decidí no incrementar el fuego que comenzaba a quemar mi pecho.

-Feliz cumpleaños por atrasado.
-Gracias.

Silencio, incomodidad, ganas de abrazarla, de regalar un beso, un par de sinceras palabra (te...quiero...), hacer algo. Le entregué mi regalo. Solo logró abrir el paquete de Cd con caratula hecha por mí. "Idilo consumado" fue el nombre de ese Cd, llena de canciones que eran de mi gusto (aunque también pensando en ella). La expresión de su rostro me mantuvo confundido. Al parecer no le había "impresionado" tal título, como si lo esperase viniendo de mí.

Luego me comentó que se iría con sus amigas a Larcomar. Me desesperaba verla tan tranquila y sin molestias, solo se concentraba en su celular o en sus dedos. Esperábamos impacientemente. Pasado cinco minutos ya me sentía demasiado estúpido y cobarde. Quería irme, pero ella ni me botó ni yo le dije adiós.

Intranquilo como estaba, el tiempo era lento y agobiante. Hasta que su amiga llegó. Fue un alivio para ambos. La poseedora de mi regalo se metió a su casa y la recién llegada me saludó con extrañeza. Conversé mucho más agusto con ella y, cuando salió la cumpleañera, ambas amigas entablaron conversación propia de su edad. Me sentía ridículo y excluido, otra vez. Mejor.

Los tres bajamos por la falda de cerro (donde ella vive) y, en un punto, nuestros caminos se separaron. Ellas supuestamente se irían con sus amigas. Cuando me enteré (al día siguiente) que al final cada una se fue con su enamorado, no pude controlar mi exquisita rabia contenida. Deseaba explotar, ¿por qué me importaba con quién salía ella? No logré estallar. Maldición. Creo que olvidarla demandará mucho más tiempo.

27 nov 2008

Encuentro Casual

Impacientemente, esperaba la "combi" que me llevase a mi destino. Se me había hecho tarde.
Ya dentro de uno, anduve parado buen tramo del camino, con la espalda prácticamente sobre el techo del transporte en miniatura. Luego, logré sentarme justo detrás del conductor.

Fue en ese momento cuando la vi por primera vez. Era hermosa. Tenía una tez clara, con unos ojos oscuros y brillantes, una pequeña nariz, unos labios rosados, finos. Frágil figura, brazos delicados, cabello ondulado y recogido. Ella veía el gris y triste panorama.

Me vio y nuestros ojos se cruzaron por una fracción de tiempo. Sonrojé estúpidamente y giré mi cabeza. Y así, varias veces nos cruzamos miradas, seguro yo que nada más que la casualidad era nuestro encuentro visual.

De pronto, la combi para y la chica se baja. La pierdo de vista con el avance del transporte y me quedo con un sabor amargo, una desilusión fuera de sentido, una oportunidad tonta y un reconocimiento de mi propia estupidez.

8 nov 2008

Funesto sino


El funesto destino me obligó a atropellar mi visión contra ti, y galopantes reminiscencias abrumaron mi ser en apenas segundos. Sí, segundos distantes entre cada uno.

Te observé a lo lejos, apenas yo llegando a mi morada. Cruzaste sin siquiera girar, tal vez presintiendo mi cuerpo a lo lejos, o tratando de pasar aquella casa que algún recuerdo te puede haber traído. O simplemente estabas contra el tiempo, yendo a tu destino.

Maldito sino, que me empujaste a verla. Dentro de mí, una bola de fuego comenzó a surgir repentinamente. Mi mente se aceleró y, con apremiante delirio, comprendí lo funesto que sería aquel momento. Predije las consecuencias que traerían el encuentro visual.

Entrado a mi hogar, me obligaste a subir. Escalé los tres pisos en tiempo reducido y llegado a lo más alto, me detuve. Nada a mi alrededor era tan importante como ese momento. El nuevo panorama ahora tenía sabor, olor, recuerdos.

Te busqué otra vez con la mirada absorta, y te volví a ver desde lejos. Te seguí con mis ojos. Desde lo alto de mi hogar te veía diminuta, frágil, sencilla. Mi alma iba detrás tuyo, era tu sombra. Cada segundo que mis ojos te captaban, eran llenos de intensidad, de despertar, ilusión, martirio.

Hasta que te perdí de vista.

Así me dejaste sin conciencia. Interrumpiste todo mi ser, me dejaste sin ningún motivo por el cual moverme, simplemente me quedé clavado, mis pies de cemento, y mi mirada deseando verte de nuevo, todo movimiento mecánico quedó nulo. Mi corazón se llenó de conjeturas, confusión, alegría efímera, placer, dolor... y seguí quieto, callado, lamentándome por aquello, perdonando aquel momento pasado, murmurando ideas ininteligibles, deseando correr, deseando quedarme quieto, simplemente caminar o correr. Solo quería parar, gritar, destrozar, lamentar, maldecir...

Hasta que luego de largos minutos, el tiempo ya no me acompañó y todo volvía tener sentido: reconocía el cielo, comprobé que estaba parado sobre el suelo de mi techo, me di cuenta que por buscarla con los ojos, mi ropa termino sucia por el polvo, y, sin darme cuenta, ella ya había desaparecido hace varios minutos y yo seguía pasmado, destruido, vibrando por el morbo de la autoflagelación, del daño motivado por uno mismo.

Maldigo el destino, desgraciado, que por un minuto me obligó a verla, una vez más, luego de haber jurado desaparecer de su vista. Desgraciado camino, momento, lugar, todo lo que me llevó a aquel momento. Cuando todo llegaba a desaparecer, todo volvió.

Lo primero que hice al volver a mi refugio fue revivir lamentaciones. Luego de todo lamento, me dispuse a escribir. Lo hice atropelladamente, pero lo hice. Escribía sobre mi computador, con veloces movimientos. Me compadezco de las teclas, soportaron mi dolor, mi angustia, mi pena, mi rabia. Todo a la vez, mientras seguía escribiendo acaloradamente, con el solo motivo de recordar este momento.

Recordar y para que ella sepa que aún no la olvido, para que comprenda como me dejó, como aun la quiero, como aun no puedo borrarla de mi mapa, porque hasta el mismo sino no quiere, maldición. Todos confabulan contra mi ser. Ya me cansó, pero me alegro de haberte vuelto a ver.

Mi cansancio era enorme, mis pies suplicaban, mis pupilas gustativas saboraban amargos recuerdos, mi garganta era perforada, mis manos se congelaban, mi cuerpo aparecía y desaparecía, solo quería descansar... descansar, echarme, tranquilo, sin molestias, sin recuerdos... descansar, cerrar los ojos, dormir, descansar... descansar...

Pero nada, nada, nada, nada, nada hizo olvidar, la efímera visión..., nada logró que me olvidase la efímera visión que capté. Simplemente, me perforó las pupilas. Sangraron los ojos, mi corazón, mi Musa, ella. Todo giraba, recuerdos, ideales, momentos, todo. Y la inspiración volvió, como por magia. Y por eso vuelvo a escribir.

Vuelvo a escribir por...

3 nov 2008

¿Silencio?

Me pregunto a veces qué tan útil puede ser el silencio.

En realidad, ¿puede llegar a ser el grito más fuerte?

Y si de esta manera deseo comunicárselo a alguien, ¿la otra persona lo entendería? ¿Sabría que con mi silencio le transmito mi impotencia?

Con mi silencio, puedo llegar a decir tanto, pero lo más probable es que la señal nunca sea comprendida. Entonces, quedaría sin sentido la intención.

¿Es tan difícil?

Creo que sí.

Pero me gusta el silencio. No puedo evitar quedar callado en un determinado momento...

Inspirado... sí, Musa renació.

Pero volvió a morir, al igual que estos pensamientos que algún día analizaré mejor.

17 oct 2008

Rupturas (Capítulo 3)

Afrontando una ruptura.

Luego de notar las señales de la ruptura, es probable que la relación se vaya acabar.
En el caso que eso suceda, existen distintas actitudes y sentimientos que se producen luego de haber terminado una relación. Puede uno sentir dolor, arrepentimiento, o en caso opuesto, hasta "libertad" por separarse de su pareja. El problema surge con el dolor, apenas terminada una relación. En ese caso, pregunto:

¿Cómo afrontar una ruptura?

Realmente la única medicina que puede calmar el dolor de una ruptura sentimental es: El Tiempo. En el momento en que te encuentras en el ojo del huracán, no hay palabras ni comentarios positivos que puedan serenar tu ansiedad, ni mucho menos calmar tus emociones, especialmente si fuiste la persona a la que dejaron. Con el tiempo, descubrirás que te sucedió por una buena razón. Todas las situaciones que vivimos encierran una enseñanza.

En varias partes he leído de algunas herramientas para afrontar esta situación. Entre ellas están:

1. No pensar tanto. Deja de darle vueltas en tu cabeza a lo que pudiste hacer mientras podías. Lo que ya se hizo, se realizó, y lo que no, mejor es solo tomarlo en cuenta para la próxima oportunidad. No permitas que tus pensamientos te lleven a recordar los detalles tristes. Distrae tu mente con cosas que realmente te gustan hacer.

2. Comparte con un buen amigo. Muchas veces hablar con alguien que se muestre interesado en nuestra historia puede ser muy terapéutico, pues nos ayuda a liberar un poco de la carga que llevamos por dentro. Debe ser alguien obviamente de confianza. Hay que ser precavidos también a quien se lo contamos, no a cualquiera que de pronto se ponga frente a nosotros.

3. Nunca busques culpables. Mientras más insistas en sentirte culpable por lo que pasó, o en hacer culpable a tu pareja, lo único que lograrás será aumentar tu malestar. Piensa que en una relación de pareja, ambos somos parcialmente responsables de lo que vivimos. Hay que ver desde otra perspectiva.

4. No tengas miedo. Recupera la confianza en ti mismo. Reconoce tus capacidades y al mismo tiempo recuerda que, dentro de ti, se encuentran las herramientas necesarias para superar esa situación por más difícil que sea. Pregúntate: ¿Que puedo aprender de esta situación? Y con mucha suavidad, permítete aprenderlo. Al final de todo, siempre estás tú, solo tú. No le temas a la soledad, que es pasajera y lo más probable es que solo sea una idea en tu mente. Fíjate en tus amigos, siente el apoyo de ellos.

Y así, existen distintos métodos para afrontar una ruptura. Cada quien es responsable de sus actos. Uno no se debe clavar en un sitio, ya que nunca llegará a otro lado. Hay que ser capaces de superarse, no es fácil, pero tampoco imposible.

12 oct 2008

Rupturas (Capítulo 2)

Señales de una Ruptura

A pesar que uno puede evitar una ruptura manteniendo la comunicación o innovando la relación, hay veces que ni eso puede salvar la unión de pareja. En el momento que se aproxima una ruptura, siempre existen señas. A veces la pareja lo hace muy evidente como para "ceder la palabra" a la otra persona comprometida. En otras ocasiones, por cualquier razón, uno de ellos prefiere evitar hacer notorio las señales.

Entre estas señales o causas, se pueden enumerar algunas acciones o estados:

1. Inmadurez
2. Falta de habilidad de auto expresión
2. Engaño o Infidelidad
3. Baja Autoestima
4. Cansancio y/o aburrimiento
6. Falta de estimulación
7. Conflictos frecuentes

Además de estas características, existen dos rasgos importantes que deben ser tomados en cuenta. La primera es sobre la preocupación obsesiva de la pareja por lo que falta en la relación, se centra en observar lo negativo y las necesidades que no están cubiertas. Esto sucede normalmente y es un efecto inconsciente cuando la pasión empieza a apagarse. Sólo a raíz de la separación son conscientes de que existían otras muchas necesidades que si estaban satisfechas y a las que no prestaban atención. Es en este momento cuando se toma conciencia de que se echan en falta ese tipo de satisfacciones o beneficios.

Por otro lado, el paso del tiempo crea una dependencia emocional entre las dos personas que ni siquiera son conscientes, por lo menos hasta después de la separación. En el caso de una ruptura traumática deben enfrentarse al rechazo, mientras que si ésta ha sido amistosa, surgen los sentimientos de arrepentimiento y las dudas. Esta corriente emocional persiste por muy desagradable que haya sido la relación.

7 oct 2008

Rupturas (Capítulo 1)

Evitando las rupturas.

Siempre que uno empieza una relación, está propenso a llegar a una ruptura tarde o temprano. Es como si un día que pasa en la vida es un día más próximo a la muerte. Obviamente, siempre habrán casos excepcionales donde las relaciones lleguen a una intimidad más profunda, donde la pasión en la pareja es perenne, y donde compromiso se consolida en el matrimonio (hasta que la muerte los separe).

Pero el tema es sobre las rupturas. Empiezo preguntando:
¿Cómo evitar una ruptura antes que suceda?

Es una difícil pregunta, sin respuesta única. En Internet, en revistas y periódicos hay infinidad de artículos sobre este tema. Yo he leído alguno de ellos. Es notorio que cada situación es distinta y en ocasiones la ruptura resulta casi inevitable. A pesar de ello, siempre hay una serie de medidas que pueden tomarse para evitar culminar una relación. Entre ellos están:

1. Mantener siempre la comunicación:
Es uno de los principales elementos que no puede faltar en una relación. Interrumpir la comunicación es sencillamente el final de toda relación. Siempre debe existir un nexo que una a la pareja, especialmente mediante palabras. Hay que comunicarse sobre todo ante situaciones problemáticas. Si la tensión impide que sea en persona, una carta podría llegar a resolver una apurada situación, y así no se pierde la conexión que debe existir.

2. Repetir a la pareja que lo(a) quieres:
Siempre es necesario y no hay que darlo por asumido. Hay que decirlo con frecuencia, pero sin llegar a decirlo como algo repetitivo, por obligación o como respuesta. Hay que decirlo con sinceridad y, si es posible, de mil maneras distintas, sin llegar ala monotonía, o demostrándolo con gestos y actitudes notorias.

3. Ser detallista:
debemos ser sensibles y prestar atención a las necesidades de nuestra pareja; puede que no pidan nada, pero siempre agradecerán que le den aquello que necesitan, por más que no parezca. Esto requiere conocer a fondo a la pareja, ya que cierta actitud puede significar algo especial que muy pocos lo perciben.

4. Estar juntos:
siempre se debe dar un tiempo para la relación, para disfrutar en común. Crear un espacio en la agenda, por más apretado que sea. A pesar de ello, nunca es bueno dejar de lado todo lo demás por la relación. Hay días, semanas o meses que será imposible un encuentro para la pareja. Hay que saber comunicarlo, y pensar que en el tiempo que no se vean, se acumularán más las ganas de volver a estar juntos, otra vez.

5. Pelear por problemas:
Siempre existen problemas en toda relación, desde los menos trascendentales hasta lo más complicados. Nunca se debe tratar de resolver los problemas mientras se encuentran enfadados. Y nunca se debe mentir para resolver una situación. Se debe hablar de los problemas, estudiar cómo afrontarlos y resolverlos. A veces, darse un tiempo puede resultar, pero se corre el riesgo de que la pasión termine, o, en caso contrario, que se descubra lo mucho que hace falta la pareja.

Finalmente, si todo falla, hay que saber terminar una relación. Tratar de prolongar una relación que ha muerto resulta destructivo para ambos. Hay que saber cómo decirlo, explicando las razones y sin mentir. La sinceridad en las relaciones es vital.

9 sept 2008

Ideas sueltas 2

Tengo tantas ideas acumuladas
que no puedo explicarlas,
tantas fantasías
que no puedo darles forma,
y poca importancia
para llevar mis caprichos a ejecución.

Mi corazón,
de su profundo sueño,
tal vez despierte por fin;
con solo mirarte,
lo alegrarás por mil.

El amor es el suceso mas grande de la vida,
la única cosa por la que se merece vivir.


Amarse a sí mismo es el comienzo
de una aventura que dura toda la vida.
(Oscar Wilde)

He cometido el peor pecado que uno puede cometer.
No he sido feliz.

(Jorge Luis Borges)

7 sept 2008

REBIS

Dios creó en un principio a Rebis, que era hermafrodita y perfecto, a su imagen y semejanza, y era un ser muy poderoso. Y era idéntico a Dios, porque así lo había creado éste. Pero una vez lo hubo creado no le gustó que hubiese otro ser tan poderoso como él. Así que se arrepintió, y decidió dividir a Rebis en dos sexos: dos seres que, independientemente, eran más débiles que el Rebis original, e imperfectos, pero como contrapartida podían reproducirse y aumentar la especie. Lo hizo porque sabía que dividiéndolo, lo debilitaría. Pero quedó en ellos un recuerdo de su esencia anterior, de su perfección perdida, una reminiscencia de su pasado de esplendor cuando eran el Rebis, y por eso surgió en ellos el deseo de superarse, y por eso el ser humano nunca se queda conforme sino que siempre intenta ir más allá, mejorar, y elevarse.

Cuando Dios se dio cuenta de este deseo de superación, se enfureció contra ellos, porque comprendió que el fin último que buscaban era ser como él (de nuevo), y los expulsó de su morada- el paraíso. Y los condenó a sufrir.

Rebis simboliza la dualidad, la perfección, el ideal inalcanzable.

Sacado de: Wikipedia.

1 sept 2008

Todo lo que es real...

Todo lo que es real
en algún momento no lo es.

Todo lo que fue cierto
en algún momento no lo es.

Todo puede ser de nuevo
solo si tu quieres.

30 ago 2008

Efímera aparición

Te contemplé una vez más
¡qué efímera vista obtuve!

Escapaste de todos,
para crear mezcla de palabras
con tu nueva amistad.

Y así como apareciste,
te perdí con tu última mirada
que robó mis ojos quemados.

Y me quedé detrás de tu espalda
siguiéndote con la mirada,
respirando por mis recuerdos,

y tú ni te percataste
lo cerca que estuve de ti.

24 ago 2008

"Te libero"

Sería fantástico poder decir "te libero", y decirlo de verdad, con el corazón y convencidos de ello. Te libero. Te libero de todos tus lazos conmigo, y a mí contigo. Te dejo libre de todas las esperanzas que puse en ti, de todos los proyectos, de todo lo que quisimos compartir y no pudimos.

Renuncio a buscar culpables, porque sea de quien sea la culpa, ya estoy del otro lado y no me afecta. No te deseo que seas feliz, o que seas desgraciado, porque eso supone que aún me importas, y ya no es así. Te deseo ni más ni menos que lo que te mereces, sea bueno o malo, justo como se lo desearía a cualquier persona.

Me doy permiso para dejar de sufrir por tus actos, para dejar de echar de menos tu presencia, para dejar de una vez de arreglar las cosas. No te odio, porque ese odio corrompería mi alma, ni te quiero, porque ese cariño sería como una piedra que me impediría volar.

Ahora cierro el libro de la parte de mi vida que lleva tu nombre, y lo hago suavemente, sin más, no para tirarlo por el suelo y pisotearlo, ni para dejarlo entreabierto y tener la tentación de volverlo abrir. No, está cerrado y lo pongo en la estantería, con los otros libros que he escrito a lo largo de mi vida. Tal vez dentro de un tiempo, cuando sea lo bastante fuerte, querré abrirlo otra vez y repasar algunos momentos, para aprender de ellos o para recordarlos.

Pero quiero que tengas claro que, sea cual sea la decisión que tome más adelante, ni tú ni yo volveremos a escribir una sola línea ahí. Dejo de llevar las cuentas de esta relación y no me importa quién hizo qué a quien, cuantas veces o cuando. No pongo el contador a cero, porque ya no necesito contadores contigo, entiendo que no hay nada que contar.

Asumo que la relación ha muerto, y ya no lloro por ella, porque el periodo de luto ha pasado, ni me alegro porque terminase, porque las cosas son y son porque tienen que ser, y no hay alegría en ello. Me libero yo también de ti, de tus olores y de tus recuerdos, y no consentiré que cualquiera de ellos se cuele en cualquier relación nueva que pudiera tener.

Lo tuyo, contigo lo dejo. Lo mío, tranquilamente me lo llevo. Hay relaciones que no se mueren porque nos empeñamos en mantenerlas con vida, cueste lo que cueste, pero es un acto de valentía aceptar que hay cosas que terminan y no hay que negar el espacio de ocuparon, pero tampoco empeñarlas en tenerlas ahí, aunque sea alimentadas con un resentimiento que nos come el alma. Te dejo para que sigas viviendo. Me voy, a seguir con mi vida.

Sería fantástico decirlo. Sería fantástico poder decir "te libero", y decirlo de verdad, con el corazón y convencidos de ello. Sería fantástico.

15 ago 2008

Ideas sueltas

Todo continua como siempre,
solamente que no estás
y el tiempo no corre.

Antes de cerrar los ojos,
invierto tiempo pensando...
en nuestro encuentro imaginario.

Juntemos nuestras manos,
recuéstate en mi pecho,
descansa y te brindaré...
cariño.

Te besaré, como nadie en este mundo te besó
te amaré, con el cuerpo y con la mente,
con la piel y el corazón.

14 ago 2008

Aparición

Y volví a contemplarte una vez más
¡qué dicha y recompensa para mis ojos!

Fuiste como una aparición,
un sueño que se mostró y,
otra vez, tu sombra quedó.

13 ago 2008

Cold in hand blues

¿Y qué es lo que vas a decir?
Voy a decir solamente algo.
¿Y qué es lo que vas a hacer?
Voy a ocultarme en el lenguaje.
¿Y por qué?
Tengo miedo.

Pizarnik

12 ago 2008

Musa Principal

Un amor no correspondido es amor no recíproco, aun cuando esa reciprocidad es profundamente deseada. Esto puede desencadenar sentimientos tales como la depresión, ansiedad, y cambios bruscos de humor entre depresión y euforia.

Para la mayoría de la gente que sufre por un amor no correspondido es ésta una experiencia tortuosa. Sin embargo, a veces, puede ser una gran fuente de satisfacción la sensación de tener a alguien a quien amar, aunque ese amor no sea recíproco. El que ama puede considerar que compensa tener esa vivencia aunque tenga la sensación emocional de angustia. Prefiere estar enamorado sin ser correspondido que no sentir nada.

En términos poéticos, el amor no correspondido puede considerarse la forma más perfecta del amor, ya que se constituye en fuente permanente de inspiración, por su imposibilidad constitutiva de encontrar satisfacción por parte del objeto amado. El amor no correspondido es pasión en su forma más definida, pues está suspendida en la instancia del deseo.

La otra persona involucrada puede darse cuenta de esta actitud y asumirla, o al contrario la persona puede no corresponder el sentimiento y a pesar de todo no perder el vinculo de amistad o fraternidad. Sin embargo, esto puede traer nefastas confusiones sobre la persona no correspondida, ya que esta puede pensar en su interior que existe algo o una mínima esperanza para concretar una relación. La solución más sensata a este dilema personal es romper los lazos y olvidar los recuerdos tanto los agradables como desagradables, ya que vivir del pasado, ejerce un efecto de estancamiento mental y sentimental que no permite el desarrollo emocional que se requiere para salir de esa situación.

Sacado de Wikipedia.

11 ago 2008

Reconocer...

Quisiera verte otra vez, hace tanto que te fuiste.
Cuando puedas, reconoce mi existencia.
Así, yo podré reconocer la tuya.
Vuelve pronto, te espero.

10 ago 2008

Tocando fondo

Es que en el mundo hay corazones que se creen sabios en su propia opinión, pero cabe su fin porque andan en caminos de perdición.

Los corazones no son los que se creen sabios, sino la persona. Los corazones solo sienten (ablando en epítetos) y el sabio cree saber todo lo necesario del amor, pero es imposible. Para cada uno, el tipo de amor es distinto y de distintas formas. Es imposible conocer la verdadera forma de amar. Un sentimiento no te puede llevar a la perdición, pero sí a la pasión, la obsesión.

Perdición... No cabe esa palabra para quien a amado con todas sus expectativas puestas y ha sido feliz con lo que ha vivido, pero sí cuando se cae en lo que se mencionó antes. Llega un momento donde todo se derrumba y es allí cuando uno se da cuenta cuán dependiente estaba de la pareja. El obsesionado llegará a tocar fondo. Se dará cuenta de la realidad y será (o tratará de ser) feliz otra vez.

El preguntar nos hace escuchar cada tanto una respuesta más burda e indiferente que la anterior. A veces ellos, los que nos responden, se olvidan que aún no hemos sido capaces de reponernos como ellos, de aceptar la realidad.
No sigas preguntando. Cada vez querrás preguntar más y más y por cada mala respuesta tendrás necesidad de hacer más preguntas. Es un círculo vicioso y tú tienes la potestad de romperlo y decirte: "hasta aquí no más, yo meresco estar en paz conmigo mismo".

9 ago 2008

Música clásica


Hoy traté de aprender a escuchar música clásica.
Lo hice por una necesidad.
Mi alma estaba atormentaba.
Los últimos sucesos habían incrementado las mareas en mi interior.

Es realmente relajante.
Me crea gran placer a mi espíritu.
Siento como esta canción tranquiliza mi alma.
Siento como se aquietan las feroces mareas que crecían en mi interior.

Todo es paz y armonía.
Todo mi cuerpo se relaja.
Toda mi alma respira hondo y se deja llevar.
Todos mis sentidos y absolutamente todo mi ser tranquilizan mi interior.

Viajo a otro mundo.
Un mundo de silencio.
Un mundo de paz y armonía.
Un mundo donde se puede explorar los rincones de todo mi interior.

¿Sabes qué es escuchar música clásica?

8 ago 2008

Señales

Esta señal apareció en Japón.
¿Qué crees que significa?

7 ago 2008

Renunciar al amor por amor

A veces, llega el momento en que una pareja entiende que no es posible vivir juntos por mucho que sea el amor de sus respectivas vidas y sigan amándose. Cada uno rehace su vida con una persona más compatible. Esto es una explicación de lo que significa renunciar al amor por amor, entender que a veces la única forma de estar en paz significa renunciar justamente a lo que deseamos con todas nuestras fuerzas.

Pero... ¿en qué momento tenemos que darnos cuenta que el amor no es suficiente? ¿Seríamos capaces de encontrar el punto exacto de razón para darnos cuenta que la relación no va más allá y tenemos que cortarla? ¿No seguiríamos adelante, engañándonos y haciéndonos daño, hasta destruir todo el amor, toda la posibilidad de relación con la otra persona? ¿Cuánto amor hace falta para romper por amor?

Y si es difícil romper con el amor intacto, ¿Cuánta falta de amor es necesaria para romper cuando el caso es el contrario? En un momento, en cualquier relación, el amor (entendido como pasión, comunión de almas, deseo salvaje) se apaga, pero en dicha pareja sigue la comunión de intereses, los gustos compartidos, el deseo de cuidar y que te cuiden... "se acomodan", en una palabra. Sería como tener un compañero con el cual compartimos intereses, algunos sentimientos, pero no amor desatado... ¿hasta qué punto puede una persona -sea hombre o mujer- dejar a su pareja simplemente porque “ya no está enamorado(a)”? (no se habla de las personas que encuentran otro amor, sólo de aquellas que sintiendo que aprecian a su pareja, se dan cuenta de que el amor ha terminado).

Si nos conmueve la idea de renunciar al amor por amor... ¿Qué ocurre con la idea de aceptar la vida sin amor? A temprana edad, como los adolescentes, eso es casi improbable que suceda. Siempre habrá un "nuevo amor" tarde o temprano. Si a todos nos conmueve la idea de renunciar al amor por amor... ¿nos conmueve igualmente la idea de renunciar al amor por otra clase de amor?
.

6 ago 2008

Desvincular

Los recuerdos se juntaron en mi mente,
cual imágenes en un proyector descontrolado,
"No todo pudo ser mentira", me repetía.

Desamor y decepción,
son los sentimientos
que me dejaste.

Que irónico es ver a alguien que quieres
tan tranquila y que se siente mejor ahora,
mientras tú intentas recuperar
la vida que invertiste "a su lado"
y juntar los pedazos que dejó de tu corazón.
¡Debiste haberme enseñado eso!

Dentro de mi seguro estoy,
que ya nada será igual.

Y por sobre todas las cosas, ¿Sabes qué?
Hoy fue el día en que empecé a dejar de quererte...

5 ago 2008

Guardando para después

- Es hora de seguir adelante, ella seguirá. Claro que sí.
- ¿Pero yo tengo que hacer lo mismo?
- A veces hay que alejar los sentimientos, hasta el momento apropiado. Como cuando guardas dinero en tu alcancía para comprar una bicicleta y no te llega.
- ¿Te imaginas yo con otra persona?
- Nunca se sabe, tal vez te des cuenta cuando rompas la alcancía y entonces todo ese tiempo que has estado ahorrando para una bicicleta, ahora es para un carro.
- Hay momentos en que creo que no me conoces para nada y otras veces creo que me conoces mejor que nadie.

4 ago 2008

Y soñé

Y amanecí a tu lado
y el cuarto testigo fue.
Las sábanas abrigaron
y nos rozaban su finura.

Y tu cuerpo fue mitad
y tu piel muy bien combinó
y tus abrazos quemaron
y tus manos sintieron...
suave tez incompleta.

Y tu sonrisa era tu sello
y tu cabello enmarañado
y tu mirada, ¡qué belleza!

Y te contemplé
por infinitos segundos.
Pero, y qué desdicha,
¡desperté!

29 jul 2008

El Cristo Roto

Al fin, cerré la puerta de mi habitación y me encontré solo, cara a cara con mi Cristo. Era un ensangrentado despojo mutilado. Viéndolo así me decidí a preguntarle: [...]
- ¿Por qué no quieres que te restaure? ¿No comprendes Señor, que va a ser para mí un continuo dolor cada vez que te mire roto y mutilado? ¿No comprendes que me duele?

- Eso es lo que quiero, que al verme roto te acuerdes siempre de tantos hermanos tuyos que conviven contigo; rotos, aplastados, indigentes, mutilados. Sin brazos, porque no tienen posibilidades de trabajo. Sin pies, porque les han cerrado los caminos. Sin cara, porque les han quitado la honra. Todos los olvidan y les vuelven la espalda. ¡No me restaures, a ver si viéndome así, te acuerdas de ellos y te duele, a ver si así, roto y mutilado te sirvo de clave para el dolor de los demás! Hay muchos cristianos que tranquilizan su conciencia besando un Cristo bello, obra de arte, mientras ofenden al pequeño Cristo de carne, que es su hermano. ¡Esos besos me repugnan, me dan asco! Los tolero forzado en mis pies de imagen tallada en madera, pero me hieren el corazón.
¡Tenéis demasiados cristos bellos! Demasiadas obras de arte de mi imagen crucificada. Y estáis en peligro de quedaros en la obra de arte. Un Cristo bello, puede ser un peligroso refugio donde esconderse en la huida del dolor ajeno, tranquilizando al mismo tiempo la conciencia, en un falso cristianismo. Por eso ¡Debieran tener más cristos rotos, uno a la entrada de cada iglesia, que gritara siempre con sus miembros partidos y su cara sin forma, el dolor y la tragedia de mi segunda pasión, en mis hermanos los hombres! Por eso te lo suplico, no me restaures, déjame roto junto a ti, aunque amargue un poco tu vida.

- Si señor, te lo prometo - Contesté.

Y un beso sobre su único pie astillado, fue la firma de mi promesa.
Desde hoy… viviré con un Cristo roto.

Fragmentos de: "El Cristo roto" del sacerdote jesuita español Ramón Cue.

28 jul 2008

Tres cuartas partes

Ayer estuve de "luto" porque una cuarta parte de mi principal inspiración se murió. Hace dos días, una gran porción de Musa fue arrebatada con tal rapidez y fuerza que ni sentí cuándo desapareció. Es por eso que no hubo dolor ni tristeza, más bien pensé que solo es parte de un largo proceso y sentí paciencia, en espera a que el tiempo transcurra.

Pero aún tengo las tres cuartas partes de Musa intactas y estoy dispuesto a seguir escribiendo, si es posible, diariamente. Y lo haré principalmente para quien me arrancó esta cuarta parte de Musa.

Seguiré escribiendo por ti, por quienes me leen, y principalmente por mí, quien, al fin y al cabo, es quien le gusta hacer esto. Pase lo que pase, me tengo a mí mismo, porque soy YO.

26 jul 2008

¡Oh, Melancolía!

¿Por qué transcurre el tiempo sin saber de ti?
¿Por qué la comunicación desaparece?
¿Por qué mi vista olvidó tu sonrisa?

Cada día más, me afligo solo.
Cada semana, me desespero.
Y así, poco a poco, me debilito.

¡Cómo me consumo de amor por ti!
¡Cómo tu presencia me hace falta!
¡Qué desdicha propia!

¡Oh, melancolía!
Eres el perfume de los días.
Y olerte... duele.
¡Cómo me corrompes!

TÚ, despójame de todo esto...
¡Evita que te extrañe tanto!
¡Ayúdame!

Solo mírame... una vez más.

25 jul 2008

Fuego congelante

Y caigo en el fuego abrasador, que me consume y congela.
Poco a poco resisto, me doy cuenta que las llamas me refrescan.
Mantengo mi cuerpo encerrado para huir de ardientes cuchillas.
Los lazos me laceran dentro y con cadenas soy libre.
Veo sin pupilas llamas y grito sin voz, pidiendo auxilio.

Clamo ayuda insignificante y disfruto del dolor.
Cortes propios y ajenos, me mantienen dentro.
Me acomodo en tu sombra, para calentarme.
Me consumo ante ti, ¡pero reviento mi pecho!...
para que contemples... las llamas de hielo dentro...

¡Qué frías resultaron ser!
Sí, dagas congeladas.

24 jul 2008

Observo...

No tuve más opción que observarlos, mi curiosidad fue más que mi conciencia. Fui testigo de un sueño presente cuyo frenesí del momento lo hizo eterno. Gran testigo fui, y aún en mi mente los recuerdos se perforan.

Paredes oscuras, sábanas blancas y húmedas de calor, una luz de fondo que dibujaba sensuales movimientos en las paredes, definiendo sutilmente los contornos de los amantes que se entregaban sin conocerse, solo se entregaban, solo lo hacían, solo se tenían y se disfrutaban.

El silencio era tal que se podía escuchar el latir de los corazones junto a las respiraciones entrecortadas de los amantes sin nombre. Y yo me unía a los ligeros sonidos. Mi garganta se secaba mientras los veía y con pocas ganas respiraba.

Él se quedó dormido antes que ella. La vi mirarlo como si le hubiese dejado algo más de lo que esperaba entregar, sentada en un sillón con las piernas cruzadas. Sabía que me encontraba allí, pues miró donde me encontraba y se le dibujó una sonrisa cómplice. Luego se levantó, se acomodó la bata, colocó su dedo índice sobre sus labios que decían "secreto" y cerró las cortinas con una ligera sonrisa.

Creación propia.

23 jul 2008

El miedo a la libertad

El miedo a la libertad se encuentra en lo más hondo de la existencia humana, y está camuflado bajo una incesante pasión de libertad. El hombre, al ganar más libertad, se crea el dilema de unirse al mundo a través de las condiciones que le pone la sociedad, o buscar alguna forma de seguridad. De este modo, el hombre cae en los mecanismos de evasión, los cuales destruirán la anhelada libertad y su integridad junto con su YO individual.

La definición de los mecanismos de evasión son:

*El autoritarismo: se abandona la independencia del yo individual para fundirse con algo o alguien exterior, a fin de adquirir la fuerza de la que el yo mismo carece, busca nuevos vínculos secundarios como sustituto de los primarios que se han perdido.

*La destructividad: se busca aplacar la soledad mediante la comparación del sujeto con el mundo que lo rodea, destruyendo cosas y personas. Es un intento desesperado para no sucumbir a él.

*La conformidad automática: este mecanismo se da, por ejemplo, cuando el individuo busca apartarse del mundo exterior, o cuando el propio yo se cree superior, de manera que el mundo externo se torne más pequeño. También sucede cuando el individuo deja de ser él y asume una personalidad que la sociedad le asigna.

El conflicto de la libertad tiene sus orígenes desde que el humano posee un instinto que le une con su madre. Cuando logra desarraigarse de sus vínculos primarios, debe encontrar la seguridad que necesita mediante procedimientos en la etapa preindividualista, pues ya no es posible volver a unirse a los vínculos primarios, y por lo mismo tiene una sensación de soledad y necesidad de cuidado.

Adaptado de: "El miedo a la libertad", de Erich Frömm.

22 jul 2008

Nadie alrededor

Imagina que un día, al levantarte, todo está quieto y no ves a nadie a tu alrededor. Intentas encender la luz, pero no funciona. Tampoco hay sintonía en la radio. Te encoges de hombros y sales a la calle. Allí está todo en orden: los coches bien aparcados, los escaparates bien ordenados, pero... no hay gente. Los supermercados están abiertos, y los bares, y las tiendas de moda, pero nadie despacha, nadie vigila. Te frotas las manos de contento y piensas que, por fin, puedes conseguir todo sin dinero.

Por un momento echas de menos a tus amigos, pero solo por un momento, porque piensas que ahora, con todas las cosas a tu servicio, puedes disfrutar mucho. Entras en una discoteca y no hay nadie, no merece la pena estar allí solo. Las salas d cines están abiertas, pero la pantalla en blanco. Empiezas a aburrirte y decides volver a casa a ver la televisión. Te acomodas en el sofá, pulsas el botón de mando, pero la pantalla permanece en negro. Desesperado, te levantas, abres la ventana y gritas en espera de respuesta, pero nadie te contesta. No hay respuesta, dentro y fuera todo es silencio, soledad, y así un día y otro.

21 jul 2008

Te Busqué

Te busqué en el cercano o lejano futuro,
donde las promesas se deshacen.
Pero no te encontraba.

Te busqué dentro de mi pasado
cuando solías acompañarme.
Pero no te veía.

Te busqué en mis noches eternas
cuando mi mente viajaba.
Pero no te hallaba.

¡Te busqué hasta en los versos muertos!
que algún día te escribí...
Pero te perdí.

20 jul 2008

Disparo de la bala

El hombre seguía tendido boca arriba en su comedor. Su físico pasaba por un tormento. Había recibido una bala que había atravesado su estómago y ya empezaba a desangrarse internamente. Su mano estaba tratando de detener la hemorragia, pero sabía que por dentro su cuerpo estaba peor. Sus piernas se movían lentamente, como si quisiese quitar todo el dolor que llevaba ahora en la parte inferior de su pecho.

Su camisa estaba teñida de rojo escarlata y sentía el calor de su sangre. El agujero pequeño dejado por la travesía del proyectil estaba ardiéndole a tal extremo de ya no sentir dolor. Todos sus músculos empezaban a adormecerse.

Su respiración era muy agitada y ronca. Sus ojos ya no seguían abiertos como en el momento del disparo, pero le pesaban. Se sentía cada vez más débil. Pero el dolor ya no el importaba. Ya no quería sufrir. Se dejó llevar.

Creación propia.

19 jul 2008

Complemento tuyo

Su amigo le sonrió y le dijo:
- El amor es más fuerte que cualquier diferencia, pero se tiene que trabajar. Si la quieres de verdad, ten un poco de paciencia y confianza simplemente. Ustedes se pelean porque son diferentes. Eso es bueno, de eso se trata. ¿Preferirías estar con alguien exactamente igual a ti, que fuera a los sitios a los que vas, viera tus programas de televisión, comiera lo que a ti te gusta? Sería aburridísmo.
Cuando amas, ves en la otra persona lo que a ti te falta. Eso es lo que amas, lo que tú no eres pero ella sí. Su sensibilidad, sus gustos, sus preferencias. Ella es la parte de ti que te falta y viceversa. Es tu complemento.

Modificado de:
"Tus amigos nunca te harían daño", S. Roncagliolo.

18 jul 2008

Ventanas del alma

Estábamos parados ambos,
mirándonos, mirándote.
Gracia vista es observarte,
sentir tu calor, sonreírte.

Tus ojos se encontraron con lo míos
y sonaron nuestras miradas
que retumbaron en todo yo
con estremecedores suspiros.

Contemplé tus ojos por un tiempo,
para quedar grabados en los míos.
Descubrí que turban todo dentro;
dicha que alimenta mis esfuerzos.

Contemplé tus misteriosos ojos
y descubrí que turban mi razón;
alientan mi antojo, la pasión,
abren las ventanas de tu interior.

17 jul 2008

Musa

Cerca a la fuente de ideas,
sencillo silencio existía.
No surgían frases motivadoras,
mucho menos inspiradoras.

Muy a pesar mío, era la noche,
para mí, callada y desapercibida.
Y, tristemente, a Musa ofuscaba,
se hallaba dormida y enterrada.

Sombrío eran mis pupilas,
y helada mi diestra mano.
Mis dedos impacientes,
actuaban por obligación.

Tenían que realizar:
o un sencillo trabajo,
o un quehacer estresante,
o una tarea desesperante.

Con desgano pasaban,
los grises del mismo día.
Mientras, la humilde Musa
dormía temblando, esperando.

Mis deseos por plasmar
cualquier idea propia,
se desvanecían más,
Musa no tenía musa.

Pero un día,
cambió el día
y la noche fue día
y para Musa, su día.

Musa se presentó,
se plasmó en escritos
y terminaron en letras
que ahora, una por una,
voy escribiendo,
porque Musa encontró,
un motivo justo

para actuar,
para servir,
para inspirar,
para transformar.

16 jul 2008

La Divina Comedia

Canto Vigésimo Octavo
Novena fosa del octavo círculo, donde se encuentran los autores de escándalos y creadores de cismas.
_
Algo más trágico todavía era aquella fosa que representaba un aspecto terrible. ¿Quién podría jamás, ni siquiera con palabra libre, por más que se esforzase en conseguirlo, describir cuántas fueron las llagas y la sangre que entonces vi?

Vi a un espíritu hendido desde la barba hasta el vientre; sus intestinos colgaban por las piernas, se veía el corazón en movimiento y mostraba también el triste saco donde se convierte en excremento todo cuanto se come. Mientras me convoco por entero a mirarlo , me miró y con las manos se abrió el pecho, diciendo: ¡Mira cómo me desgarro!

[...] Entre otros suplicios, vi a uno que tenía las manos cortadas, alzando sus muñones en el aire turbio, de modo que la sangre le asqueaba la cara.

[...] Vi ciertamente, y aún me parece que lo viera, un cuerpo sin cabeza andando como los otros de la triste hilera; asido por los cabellos y pendiente como si fuera linterna, llevaba en mano su cabeza cortada, la cual nos miraba y exclamaba: ¡Ay de mi!

15 jul 2008

Frente al reflejo de tu voz

Reminiscencias, solo para escribirlas.

Retengo cada palabra
y la verdad niego.
Pienso si soy yo
el efecto de lo oído.

Dentro, todo confusión.
Me lleno de recuerdos,
me callo, solo escucho.
No, esto no es ficción.

Retengo cada sílaba
y la verdad quiero negar.
Quiero apartarme,
¡Salir de la nueva prisión!

Mis ojos, mis ojos arden,
y una pequeña gota de dolor,
en la esquina brota,
una insignificante muestra.

Mis manos tiemblan,
me retumban tus palabras.
Mi conciencia despierta,
mis sentidos se alertan.

Retengo cada letra
y la verdad no puedo negar
No puedo huir de la aflicción,
me rindo y me entrego.

Tu sinceridad lacera,
desgarra mis latidos,
apuñala mi sensibilidad,
potencia mi suplicio.

Grito, corro, lloro, corro,
me lamento, me arrepiento,
avanzo, huyo, retrocedo,
me castigo, me entorpezco.

Tu mano me despedaza.
Tu respiración me arde.
Tu mirada me fulmina.
Grito, grito, ¡déjame!

14 jul 2008

Retornando

Vuelvo a escribir...
aunque solo tres me lean.
Estoy de nuevo inspirado
dispuesto a invertir tiempo
en una publicada por día.

Porque hoy me brilla la noche,
el invierno es bochornoso,
y tu sonrisa es suficiente
para escribir, de nuevo.

3 jul 2008

Dando consejos

Cuando las personas tienen un problema, ya sea un adulto o un niño, muchas veces se sienten mejor si piensan que alguien entiende como se sienten. Otras veces, necesitan un plan o solución. Si este es el caso, hay muchas formas en que pueden resolver los problemas efectivamente dependiendo de la situación. Sigan estas formas simples:

1. Evita dar consejos o dar tu opinión. Si no te la piden, ¡no la des! Es difícil escuchar a un ser querido o amistad que está pasando por un problema difícil en sus vidas sin querer darle tu opinión. Como los quieres, quieres protegerlos del dolor y ayudarlos rápidamente a resolver el problema con ellos. La realidad es que los únicos que pueden resolver el problema son ellos mismos. Muchas veces el dar discurso o consejos, lo único que hace es enviar un mensaje equivocado: no eres capaz de resolver esta situación por ti mismo(a). Si dejas que ellos encuentren la forma de resolver el problema, serán personas con mucha más capacidad en el futuro.

2. El proceso de resolver el problema es igual de importante como la solución del mismo. Si puedes ayudar otros a comprender lo expuesto anteriormente, aprenderán como resolver los problemas en el futuro. Y seguro que las personas que sigan estos pasos serán más responsables y maduras.

3. No te olvides de quien es el problema. Cuando alguien tiene un problema no debes hablar del tuyo. No solo eso, la persona que tiene el problema tiene que asumir la responsabilidad de lo que está ocurriendo nadie más. El trabajo de uno es simplemente el de escuchar.
Sacado de una revista de una página de internet (no recuerdo su origen exacto, disculpen).

2 jul 2008

Angustia

Y una vez más te sigo escribiendo. Te escribo a gritos de esperanza. Te juro que hago intentos por no pensar en ello, pero al final siempre me ganas. Me ganas y lo peor es que no pierdo, o no me doy por perdido. Ahí sigo, con la mirada medio escondida cada vez que nos vemos, con la rabia disimulada cuando hago que entiendo y no entiendo nada, con las lágrimas haciendo cola en las esquinas de mis ojos cada vez que nos despedimos de esa manera tan extraña.

Lo sé; soy un cobarde. Podría terminar con todo esto en cualquier conversación a solas… decirte que puedo desaparecer de tu vida para no incomodarte, para no complicártela, para no terminar haciéndonos daño. Al final, las cosas que no ocurren y que deberían ocurrir tienen ese mismo maldito motivo, los demás. Sería algo complicado, pero podría intentarlo. Al fin y al cabo, antes de conocernos no nos conocíamos, ¿no? Tendría dos opciones; regresar a mi vida “antes de” o simplemente hacer otra vida en la que no tuviese que cruzarme contigo… y no sé qué sería más difícil.
Bueno, sí lo sé, la despedida.

1 jul 2008

Imagen

Las ideas flotan entre laberintos
Buscando una anticuada salida
Abandonada a la suerte de la mente
Por demoler en cualquier momento.

Las ideas fluyen en un caudal
Cuya desembocadura es eterna.
Con curvas que no limitan nada
Pero sin ningún propósito o sentido.

Las ideas no dejan de crecer
Sintiendo deseo de expresión
Deseos de poder ser plasmadas
En piel de papel, madera, piedra.

La Soledad del Actor

¿El actor logra el objetivo de reproducir el drama de vida cuando la persona se encuentra en soledad?

Parcialmente sí. El conjunto de escenificaciones desarrolladas engloban una situación creciente de inestabilidad, no superada ni por el perdón divino. Por más de dos veces se reproducen situaciones similares, dando lugar a reflexionar de que la vida sí se estanca.

Trozos de ideas, sin continuidad, son desechados. Todos estos hechos representados llegan a ser algunos hechos que sumergen en vida dramática a personas infortunas. Acá se tiene el ataque a sí mismo, el rudo auto-golpe. La soledad, como lo presenta el actor, coincidente con la soledad de los no actores, es entendida como inestabilidad dominada por el auto-golpeo.

Sacado de: una página de por allí xD

30 jun 2008

Realidad inmersa en pasión

El amor... ¿qué es?
Cuántas definiciones podría tener. Para cada uno es distinto y se vive en diferentes intensidades... pero, ¿cómo definirla?
Trataré de hacerlo...


El amor, una lucha interna entre lo que manda el cerebro sobre las experiencias conocidas e incluso vividas, y la convicción de que, en cuestiones de amor, todo es un albur.


En el amor se debe reconocer que la lógica tiene que bajar la cabeza y dar paso a la sinrazón, para concluir que este tipo de sentimientos son un gran huracán que nace en el corazón y desaparece en el cerebro, yendo donde quiere ir, porque es libre.

El amor, arrasa con lo que se cruza a su paso. Se sabe que existe, que tiene ímpetu, fuerza, que cava tan hondo que lo hace inolvidable.

El amor, da vueltas incontrolables, y aunque se puede analizar lo que uno siente, no se le puede controlar.

El amor juega libremente y el hombre seguirá dentro de ese saco de contradicciones y pasiones que lo pueden hacer feliz hasta tocar el cielo o hundirlo hasta rasgar el fondo del pozo más miserable.

29 jun 2008

Sublime Frustración

Otra vez escapo de dormir
para sentir del viento
caricias inquietantes
incitándome a VER.

Ver el cielo compacto
Sin luna ni estrellas
Solo oscuras nubes
funestas y sin brillo.

No he dejado de pensar
en su gesto aniquilador
y sus dulces sonidos
causantes de mi frustración.

No la veo ni la siento
solo miro al cielo
y veo reflejado mis escritos,
oscuros y siniestros.

Espero el crepúsculo
para ver con claridad
ideas sueltas que surgen,
brotan y mueren en papel.

No tuve el acceso a sus labios
ni sus latidos se abrieron a mí.
Ahora estoy derrumbado,
solo pensando sin razón.

Pero sonrio al cielo
y de nuevo vuelvo a escribir
dulces frases sin sentido
y para ella nefastas líneas.

28 jun 2008

Contemplación

Me eche a dormir cuando recién era las 9. Estaba cansado, los tres examenes de ese día, más las tareas que ya había terminado agotaron mi organismo. Quería descansar, más por mi cerebro.
Cuando cerré los ojos, no sé por qué, evoqué mis recuerdos infantiles y vi a mi yo del pasado, siendo solo un bebe. Pero esto era raro, como si lo hubiese vivido antes. Y mientras yo contemplaba a mi otro yo de bebe, recordé que cuando yo usaba pañales, vi a mi propio yo del futuro. Ese día fue inolvidable, ya que mi hermano había nacido justo unas horas después. Mis padres tenía grabado ese día y yo estaba con cara de extraño al ver entrar a otro de mi misma edad, pero pensé que podría jugar con él. Y así fue. Pero en mis ojos de bebe, viendo ese video que está guardado en algún rincón de un armario, había algo más que alegría. No solo estaba feliz por la llegada de mi hermano, también era, ahora comprendía, porque me había visto a mi yo del futuro justo ese día.

Recuerdo como, de la sorpresa, se me calló mi chupón y mi yo del futuro lo recogió. Eso mismo hice cuando lo vi sorprenderse. Le di el chupón a mi yo del pasado. Él se rió como lo hice yo cuando era bebe. En eso vino mi papá del pasado y yo tuve que esconderme detrás de un mueble. Lo vi abrazandome y dandome cariños, diciendome que tenía una sorpresa para mí. Me dejó en mi cuna y cogió la cámara. Vi el ingreso de mi hermano en los brazos de mi mamá, acompañada por mi tía y mi futura madrina. Mi yo del pasado se volteó y me sonrió. Yo le devolví la sonrisa pero me asustó que él me señalara, tratando de decirle a mi papá del pasado que estaba allí. Él estaba quitando el protector y justo ahí fue cuando enfoca a mi yo del pasado y al ver que señalaba donde estaba yo, él gira la cámara, pero yo ya estaba en la cocina. De casualidad él había presionado REC, pero no se complicó la vida. Volvió a girar y enfocó a mi mamá. Lo había tomado con gracia y se preocupó por enfocar a mi hermanito que captaba la atención de todos. Esa parte del video que tenemos en la familia pasaba desarpecibida, menos por mí, que durante mucho tiempo me preguntaba por qué señalé ese mueble.

Estaba sudando. No entendía cómo había llegado allí al pasado. De pronto, algo me jaló de la espalda y aparecí en mi cama. Tumbado, recordé aquel extraño sueño. Lo primero que hice luego fue ir al cuarto de mis padres y entre esos videos caseros que tenemos en la familia encontré el que buscaba. Decía "Nacimiento de Alex y primeros años". Por suerte aun tenemos nuestro VHS, así que inmediatamente cogí el video y lo metí en el reproductor. Tuve que rebobinar y presioné PLAY. Ahí estaba justo la camara enfocandome cuando era bebito.

Sonreía y señalaba, exactamente como en mi sueño, hacia aquel mueble. Mi papá movió la cámara hacia aquel punto y solo vio el sillón con funda roja cerca a la entrada de la cocina.Luego, la cámara vuelve a girar y enfoca a mi hermano en su entrada triunfal acompañado por mi mamá y mi tía. Lo llevaron a una nueva cuna mientras yo me quedaba a un lado, abandonado, olvidado, o al menos así creo que me sentí. Tenía 5 años.

Creación propia.