23 ene 2010

Nada, nada, y sigue nadando...

La imagen era ridícula, había dejado de caminar.

Ahora comía fango, respiraba fango, nadaba en su propio fango.

Sus brazadas se volvían más pesadas, pero qué le importaba.

Pataleaba con fuerza, contaba cada movimiento.

Uno, dos, tres, fango, cinco, fango, siete, fang...

Se ahogaba, se hundía y no hacía nada.

De pronto, se ahogó.

3 ene 2010

Llamada breve

-Tuve una crisis que... no me importó donde estabas, simplemente quería hablar contigo.
-Podrías buscarte otra persona.
-Ese es justo parte de la crisis... tú eres la única a quien recurro.
-...
-Luego conversaremos con más calma. Nos vemos.
-Ya, chau.