26 jul 2008

¡Oh, Melancolía!

¿Por qué transcurre el tiempo sin saber de ti?
¿Por qué la comunicación desaparece?
¿Por qué mi vista olvidó tu sonrisa?

Cada día más, me afligo solo.
Cada semana, me desespero.
Y así, poco a poco, me debilito.

¡Cómo me consumo de amor por ti!
¡Cómo tu presencia me hace falta!
¡Qué desdicha propia!

¡Oh, melancolía!
Eres el perfume de los días.
Y olerte... duele.
¡Cómo me corrompes!

TÚ, despójame de todo esto...
¡Evita que te extrañe tanto!
¡Ayúdame!

Solo mírame... una vez más.

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