7 oct 2008

Rupturas (Capítulo 1)

Evitando las rupturas.

Siempre que uno empieza una relación, está propenso a llegar a una ruptura tarde o temprano. Es como si un día que pasa en la vida es un día más próximo a la muerte. Obviamente, siempre habrán casos excepcionales donde las relaciones lleguen a una intimidad más profunda, donde la pasión en la pareja es perenne, y donde compromiso se consolida en el matrimonio (hasta que la muerte los separe).

Pero el tema es sobre las rupturas. Empiezo preguntando:
¿Cómo evitar una ruptura antes que suceda?

Es una difícil pregunta, sin respuesta única. En Internet, en revistas y periódicos hay infinidad de artículos sobre este tema. Yo he leído alguno de ellos. Es notorio que cada situación es distinta y en ocasiones la ruptura resulta casi inevitable. A pesar de ello, siempre hay una serie de medidas que pueden tomarse para evitar culminar una relación. Entre ellos están:

1. Mantener siempre la comunicación:
Es uno de los principales elementos que no puede faltar en una relación. Interrumpir la comunicación es sencillamente el final de toda relación. Siempre debe existir un nexo que una a la pareja, especialmente mediante palabras. Hay que comunicarse sobre todo ante situaciones problemáticas. Si la tensión impide que sea en persona, una carta podría llegar a resolver una apurada situación, y así no se pierde la conexión que debe existir.

2. Repetir a la pareja que lo(a) quieres:
Siempre es necesario y no hay que darlo por asumido. Hay que decirlo con frecuencia, pero sin llegar a decirlo como algo repetitivo, por obligación o como respuesta. Hay que decirlo con sinceridad y, si es posible, de mil maneras distintas, sin llegar ala monotonía, o demostrándolo con gestos y actitudes notorias.

3. Ser detallista:
debemos ser sensibles y prestar atención a las necesidades de nuestra pareja; puede que no pidan nada, pero siempre agradecerán que le den aquello que necesitan, por más que no parezca. Esto requiere conocer a fondo a la pareja, ya que cierta actitud puede significar algo especial que muy pocos lo perciben.

4. Estar juntos:
siempre se debe dar un tiempo para la relación, para disfrutar en común. Crear un espacio en la agenda, por más apretado que sea. A pesar de ello, nunca es bueno dejar de lado todo lo demás por la relación. Hay días, semanas o meses que será imposible un encuentro para la pareja. Hay que saber comunicarlo, y pensar que en el tiempo que no se vean, se acumularán más las ganas de volver a estar juntos, otra vez.

5. Pelear por problemas:
Siempre existen problemas en toda relación, desde los menos trascendentales hasta lo más complicados. Nunca se debe tratar de resolver los problemas mientras se encuentran enfadados. Y nunca se debe mentir para resolver una situación. Se debe hablar de los problemas, estudiar cómo afrontarlos y resolverlos. A veces, darse un tiempo puede resultar, pero se corre el riesgo de que la pasión termine, o, en caso contrario, que se descubra lo mucho que hace falta la pareja.

Finalmente, si todo falla, hay que saber terminar una relación. Tratar de prolongar una relación que ha muerto resulta destructivo para ambos. Hay que saber cómo decirlo, explicando las razones y sin mentir. La sinceridad en las relaciones es vital.

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