30 dic 2009

Beso no robado

Ya era hora de irme, temía que este momento llegase. Salimos de su casa y la abracé con mucha fuerza, casi la asfixio. Me separé y no dejé de mirarla. Ella, si algo sintió, lo supo ocultar muy bien, yo, baboso, temblaba por dentro. ¿Hace ya cuanto que no había estado tan cerca? Habrá sido solo unas semanas, la confianza que tenemos es casi increíble. Nuestros acercamientos son controlados y sin ninguna insinuación. Muy buenos amigos.

Mis dedos tocaron y rodearon suavemente su mentón, este movimiento ya lo había hecho dos veces antes y con la misma intención. Acerqué mi rostro y el de ella. Mis labios besaron su frente lo más dulce que pude. Me volví a alejar y le sonreí. Ya sabías lo que haría le dije. Asintió. Recordé en ese instante la primera vez que intenté hacer este movimiento. Aquella vez, ella retiró su rostro apenas quise acercar el mío mientras colocaba mis dedos en su mentón. Al retroceder, ella chocó con una piedrita y casi se cae. Fue un momento cómico y repentino, fresco.

Perdón, pero volveré a abrazarte, y así lo hice, esta vez más tranquilo y reteniendo cada segundo en mi memoria, contenía la respiración, era como sumergirme con ella al mar. En un susurro pronuncié dos palabras sencillas y profundas: te quiero. Sentí su sonrisa, sin necesidad de verla. Me encontré en sus ojos. Feliz próximo año por adelantado, dije. Igualmente, respondió. Me separé por última vez.

Su rostro estaba próximo, nuestra confianza debía ser grande como para que me permitiese este momento. Ella sabía lo que sentía, pero disimulaba que no o prefería no pensar en ello (así como yo). Pero, en un par de segundos, flaqueé, y mi mente voló por las telarañas del hedonismo, tan rápido que cuando volví, sentí mareos. Pero con un supremo control y un balance de fuerzas que nunca me sabré explicar, no realicé ningún movimiento imprudente. Si puedes, busca en alguna página el significado de los besos, específicamente de los que se dan en la frente, pronuncié para no seguir volando. Antes me lo sabía de memoria, lo haré cuando tenga tiempo. En mi mente ni sabía lo que dirían las páginas, solo tenía un significado especial para mí.

Me despedí a la distancia y choqué con la realidad. El momento había pasado.

19 dic 2009

En la cabeza


-¿Recuerdas a esa chica que decías que siempre estaba en tu cabeza?
-Sí. Aún sigue dando vueltas...
-Entonces es hora que te la quites de la cabeza...
-...
-... y que la traigas a tu corazón.
-Aún no...