16 jul 2008

La Divina Comedia

Canto Vigésimo Octavo
Novena fosa del octavo círculo, donde se encuentran los autores de escándalos y creadores de cismas.
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Algo más trágico todavía era aquella fosa que representaba un aspecto terrible. ¿Quién podría jamás, ni siquiera con palabra libre, por más que se esforzase en conseguirlo, describir cuántas fueron las llagas y la sangre que entonces vi?

Vi a un espíritu hendido desde la barba hasta el vientre; sus intestinos colgaban por las piernas, se veía el corazón en movimiento y mostraba también el triste saco donde se convierte en excremento todo cuanto se come. Mientras me convoco por entero a mirarlo , me miró y con las manos se abrió el pecho, diciendo: ¡Mira cómo me desgarro!

[...] Entre otros suplicios, vi a uno que tenía las manos cortadas, alzando sus muñones en el aire turbio, de modo que la sangre le asqueaba la cara.

[...] Vi ciertamente, y aún me parece que lo viera, un cuerpo sin cabeza andando como los otros de la triste hilera; asido por los cabellos y pendiente como si fuera linterna, llevaba en mano su cabeza cortada, la cual nos miraba y exclamaba: ¡Ay de mi!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ME GUSTA LA DIVINA COMEDIA, ES LA OBRA LITERARIA QUE MAS ME HA GUSTADO

Anónimo dijo...

ME GUSTA LA DIVINA COMEDIA, ES LA OBRA LITERARIA QUE MAS ME HA GUSTADO