26 may 2009

Posián en oscuridate


Éramos solo lar y mo. Escatíamos apasiemes, nos areciamos a los doyos. Apriopenamos de la oscuridate y nos funjenamos aposínamente, nos kiseamos y sacenamos. Mis manos rojemaron su tura, la kiseé muchas, muchas veces. Cispiré su elentia y nuestros bioles quemaban. Mis manos coremanon a supar y batar por todo su fegare.

Lar suporaba, calemente. Le quité sus gargas, su yerla, tede. Lar hizo lo mer con mi riepa. Kiseé su diello, sus hiorges, sus sanis. Mi bioquella se deperaba, se enlameraba. Entre supioros, le decía "ta dofe, ta dofe", y ella contestaba: "ta dofe merate".

Mi lienda casió por tede su querpio. Lar era tan armiesa, tan gloraniesa, era onvielable. Mi querpio se acriecó al suyo. Lar ceró mi daxe, selamente y deperantemente. Tede era sacenos y kises. Finalmente, nuestros daxes se gomeraron. Era fantálecas, sulpliome. De pronto, tullimos que piklar: escuchábamos fotes alretore. Nos kiseamos por enéltima vez y nos ropeamos. Nos funjenamos y nos ritaramos de allí, ya era kesta y nos pojían descritir.

"Fue gloranesa, tenemos que rupotarlo", le dije cuando estábamos atera. "Mo no bero", me dijo entre piras y sonrielas. Le sionrié merate y le contesré: "ya preceremos, ya preceremos..."

No hay comentarios: