1 feb 2009

Reflexiones sobre la muerte


Luego de leer ciertos escritos y libros (sinceramente muy pocos libros), sobre el tema de la muerte, presiento que nunca jamás sabremos de verdad sobre este (posiblemente) vacío que tarde o temprano llega a todos. Como una vez escuché: "De lo único que el hombre está seguro es que morirá", todo lo demás (cómo, cuándo, por qué) nunca se sabrá.

Aún así, el hombre, aterrado por lo desconocido e insastifecho por lo que no sabe, "inventa" respuestas, no confirmables y empíricas. Por ejemplo, hay personas que creen, por su religión, que luego de esta vida terrenal, nuestro destino está sujeto a un juicio sobre nuestros actos. Según cómo nos hayamos portado, nuestras almas se irán al "cielo" (reino perfecto y divino) o al "infierno", con el conocido Satanás, Lucifer o como quieran llamarlo.

Otros ven esta vida como un reflejo borroso, imperfecto y babieca del mundo real. Al morir, nos vamos allá, a la perfección, donde todos son "buenos" y (curiosamente) el equilibrio entre el bien y el mal se pierde.

Hay otras creencias, como algunas religiones que claman a los hombres librarse del deseo, y así llegar a estar liberados del sufrimiento y del ciclo de renacimientos que tenemos, según dicha filosofía. Y así, existen cientos de teorías más. Enumerarlas sería algo tedioso, incluso estoy seguro que habrán otras teorías que ni yo conozco.

Pero entre todas estas alternativas de ver la muerte, la que más me llama la atención es sobre ese ciclo de vidas, de renacer. Es decir, nuestros cuerpos solo son recipientes de nuestra alma, que navega de cuerpo a cuerpo al morir. Nosotros elegimos ese instante y el momento en que abandonamos nuestro estado físico. Esto significa que sabemos cuándo hemos cumplido lo que debimos hacer aquí en la tierra.
Sabemos cuándo se nos acaba el tiempo y entonces aceptamos nuestra muerte. Cuando llegua el momento, entramos a un trance, y nuestra alma es libre. Cuando hayamos disfrutado del tiempo necesario para descansar y alimentar de energía nuestra alma, se nos permitirá escoger nuestro regreso al estado físico. Los que no están seguros de querer regresar aquí, es probable que pierdan la oportunidad que se les ha brindado, la oportunidad de cumplir con su deber.

Estoy seguro que existen más versiones sobre la muerte. No le temo a la muerte, solo temo no haber hecho todo lo que quise a su momento.

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