Ya dentro de uno, anduve parado buen tramo del camino, con la espalda prácticamente sobre el techo del transporte en miniatura. Luego, logré sentarme justo detrás del conductor.
Fue en ese momento cuando la vi por primera vez. Era hermosa. Tenía una tez clara, con unos ojos oscuros y brillantes, una pequeña nariz, unos labios rosados, finos. Frágil figura, brazos delicados, cabello ondulado y recogido. Ella veía el gris y triste panorama.
Me vio y nuestros ojos se cruzaron por una fracción de tiempo. Sonrojé estúpidamente y giré mi cabeza. Y así, varias veces nos cruzamos miradas, seguro yo que nada más que la casualidad era nuestro encuentro visual.
De pronto, la combi para y la chica se baja. La pierdo de vista con el avance del transporte y me quedo con un sabor amargo, una desilusión fuera de sentido, una oportunidad tonta y un reconocimiento de mi propia estupidez.
Fue en ese momento cuando la vi por primera vez. Era hermosa. Tenía una tez clara, con unos ojos oscuros y brillantes, una pequeña nariz, unos labios rosados, finos. Frágil figura, brazos delicados, cabello ondulado y recogido. Ella veía el gris y triste panorama.
Me vio y nuestros ojos se cruzaron por una fracción de tiempo. Sonrojé estúpidamente y giré mi cabeza. Y así, varias veces nos cruzamos miradas, seguro yo que nada más que la casualidad era nuestro encuentro visual.
De pronto, la combi para y la chica se baja. La pierdo de vista con el avance del transporte y me quedo con un sabor amargo, una desilusión fuera de sentido, una oportunidad tonta y un reconocimiento de mi propia estupidez.
1 comentario:
Creo q tmb m a pasado...
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